02 octubre 2013

El arte de negociar

Hoy hace un mes que llegué a Alemania. Reconozco que se me ha hecho eterno, a diferencia de muchas au pairs que dicen que el primer mes se pasa volando. Me da la sensación, de hecho, de que llevo aquí mucho más tiempo, y no sé si esto es debido a que lo que he vivido aquí lo he vivido muy intensamente o a que tenía que acostumbrarme a todo esto. Quizás ambas cosas. Ahora estoy mucho mejor, gracias a todos por los ánimos en la última entrada. Hablé con los padres, porque no acababa de sentirme cómoda en algunos temas (que explicaré en la próxima entrada, si todo va bien), y ahora me cuidan mucho más y me siento mucho más a gusto. 

Pero lo dicho, ha pasado un mes, y creo que ha llegado el momento de que os cuente que, en este tiempo, me he sacado un máster. Sí, en un solo mes. Ha sido muy exprés y muy rápido todo, pero era necesario. Se llama: 'Cómo negociar con tus host kids para no acabar tirándote (o tirándolos) por la ventana'. Las situaciones que se detallan a continuación son 100% verídicas, que conste, y todas ellas tienen lugar antes o después de ir al parque. Porque sí, una de las cosas que tiene que hacer una au pair es sacar a pasear a sus niñas de 2 y 4 años. Varias veces al día, si es posible. No hacerlo significa privarlas de los escasos rayos de sol que hay en este país y condenarlas a muchas horas encerradas en casa, y eso siempre es maalo, porque se vuelven locas ellas y me vuelvo loca yo. Pero vayamos por puntos:

  • Antes de ir al parque. Si tus niñas tienen que salir a la calle, asegúrate de que salgan bien meadas. Esto significa que la de 4 años haga pis en el orinal y cambiarle el pañal a la de 2. De un tiempo a esta parte, a la pequeña se le ha metido en la cabeza que no, que no quiere que la cambien. Y cuando es no, es no. Ya puedes cogerla en brazos, que ella se retorcerá cual lagartija entre tus brazos y se escurrirá. Ya puedes ponerla en el sofá, o en la cama, e intentar entretenerla, que ella te empezará a dar patadas y a moverse y, sí, a escurrirse de nuevo. O quizás se sentirá muy iluminada un día y querrá imitar a su hermana, con lo que se pasará quince minutos de reloj en el orinal, sin mear absolutamente ni una gota, para luego levantarse y subirse los pantalones sola (sin pañal, recuerdo), toda satisfecha. Otra versión de esta situación es que empiece a pasearse por el salón con el culo al aire. Todo es posible, la verdad. 

    ¿Qué hacer en estos casos en que los minutos van pasando y te tienes que ir? USA TU IMAGINACIÓN. Así, en mayúsculas. No hace falta que te compliques la vida: tiene 2 años, y si le dices cualquier cosa de manera convincente se la acabará creyendo, aunque sea una explicación que, al final, no tiene ninguna lógica. Puedes empezar con el razonamiento más básico, el 'si no te cambio, no podemos ir al parque'. Si ella sigue inmutable y con el culo al aire, adopta su táctica. ¡Sé inmutable! Plántate en la puerta, a ver quién aguanta más. Ella con el culo al aire, o tú sin dejarla que haga nada. O mejor, sal de la habitación, a ver si la traumatizas lo suficiente como para que te llame y te diga que sí, que quiere ir al parque y te deja cambiarle el pañal. O dile que el cochecito que tiene en las manos tiene que ir al parque también. Cualquier cosa. También puedes cogerla, claro. Aunque intente escurrirse, ¡tú eres más fuerte! Agárrala bien (con cariño, eso siempre) y te asombrarás de lo rápidas que son tus manos cuando tienen que cambiar un pañas. Visto y no visto. Intenta distraerla, cuéntale algo, o haz que ella cuente algo ('cuando hayas contado hasta diez, ya estarás cambiada, ya verás'). Tú tienes manos de hierro y la mantienes ahí y aunque se resista, una vez cierras el pañal ya puedes cantar victoria, porque no se lo va a quitar.

    No te olvides de la mayor, sin embargo. Puede ser que te diga que no tiene pipi. Es normal. Ella te dice, muy tranquila, 'no pasa nada, puedo mear en un arbusto del parque'. Vale. Hasta ahí todo bien. Recuerdas que, cuando eras muy pequeña, tú también lo hacías. No sabes exactamente cómo te agarraba tu madre para que no se te mojaran los pantalones, pero bueno, piensas que no será tan difícil. Ay, qué ingenua eres a veces.

    Pero luego toca vestirlas para salir a la calle, cosa que también es todo un proceso. Ponles el anorak, las botas y el gorro (gorro grueso y gorro para el sol, según el día. Pero siempre gorro. SIEMPRE. Bajo ningún concepto les quites el gorro o serás la peor au pair del mundo porque habrás permitido que el aire les toque la frente. O habrás permitido que el sol les toque la piel. Eso es un pecado mortal). Cabe decir que la pequeña querrá ponérselo todo sola. So-la. Y no la puedes ayudar, no. Así que nada, quince minutos más mirando cómo la señorita se pone una bota. Luego la otra. Luego intentará atarse los cordones, y allí es cuando te hartas y lo haces tú, pero bueno, como mínimo has aguantado un rato. 'Así es como aprenden', te dirá la madre. No, si no te digo que no, pero tela. 

  • En el parque. Yo recuerdo mis tiempos en los que iba al parque y, no sé, jugaba SOLA. O con los otros niños que había por ahí. Era tímida, pero no antisocial supongo. Pero no jugaba con mi madre. Es decir, siempre la tenía presente en mi campo de visión, pero no se subía conmigo al tobogán, por ejemplo. Quizá lo hacía cuando era muy pequeña, aunque creo que esa tarea la desempeñaban mis hermanos mayores, que para eso tengo unos cuantos. Mis niñas sí quieren eso. 'Súbete conmigo', me dicen. Además, quieren trepar a todos lados. Si les dices que no, ya puedes esperar una pataleta de esas épicas, con llantos que seguro que despiertan a los vecinos. Pero no sufras, habrá momentos en que las dos hermanas jugarán juntas. No cantes victoria. Eso jamás. Habrá ocasiones en que la mayor querrá que la pequeña haga exactamente lo que ella dice y si la pequeña, con 2 años y un carácter de hierro, no cede, ya puedes esperarte otra pataleta por parte de la mayor. Tú no te angusties y deja que se le limpien bien los lagrimales, que tarde o temprano ya se cansará. No desesperes si no te escucha. Puedes ignorarla (manteniéndola siempre en tu campo de visión), que ya verás que al final se calmará. Tendrá un moco colgando de la nariz, pero bueno. Ahí harás uso de tus kleenex, mano de santo de cualquier au pair, y aquí no ha pasado nada.

    Eso sí, será en el momento menos pensado en que la mayor te dirá que tiene pipi. Y cuando tiene pipi, significa que tiene pipi EN ESE PRECISO INSTANTE. ¿Recuerdas que te dijo que podía hacerlo tranquilamente en los arbustos? Pues bueno, la niña se meterá allí, en la hierba (porque de arbusto tiene poco eso) se bajará el pantalón un poco, se agachará y te dirá '¡cógeme!'. Tú adoptarás la postura que en sus tiempos debía adoptar tu madre y te darás cuenta de que es demasiado tarde y se te está mojando todo. La mano, el pantalón de la niña... Todo. Es inevitable indignarse un poco '¡pero no te has esperado!', le recriminarás tontamente en un primer momento. Luego irá por la calle con el culo bien mojado, pero como mínimo no habrá llorado. Eso ya es una victoria.

  • Después del parque. Piensas que llegar a casa es llegar al oasis. Ala, que se preocupen sus padres ahora. Pero antes tienes que entrar, y no es tan fácil. Hay que meter el cochecito en el garaje y meter a las niñas dentro de casa. La pequeña se pondrá a observar las piedras que forman parte de la entrada de la casa, y se negará a cruzar la verja. Intentarás sobornarla y le dirás que verá a su madre si entra (aunque ésta tenga que irse al cabo de cinco minutos) o que le darás el juguete/libro que quería antes. Si nada funciona, olvídate de negociar, cógela de la mano y pa'lante, hombre. Cuando se ponga a andar, eso sí, lo hará muuy lentamente, para que tú (que tienes que ir al baño/te estás muriendo de hambre/tienes una jaqueca que no puedes con tu vida) te desesperes. Eso sí, por muy contentas que se lo hayan pasado contigo, cuando vean a sus padres se pondrán irreconocibles. Quizás estarán muy hiperactivas, o muy hipersensibles. O las dos cosas a la vez. Porque sí, no actúan del mismo modo cuando están con sus padres que cuando están con la au pair. Eso es un hecho.
Por todas estas cosas, los vecinos de la urbanización ya me conocen. Soy la que va con las pintas por la calle, siempre andando con una o dos niñas, y empujando un cochecito CUYAS RUEDAS NO SE MUEVEN. De verdad. DE VERDAD. Me desespera este tema. Mirando el lado positivo, tengo unos tríceps ya que son la envidia del barrio. Fiu. Volviendo al tema, cuando voy por la calle, luzco mis modelitos a prueba de niñas pequeñas, así que voy tan panchamente con mi ropa llena de manchas de comida, de mocos, o de plastidecors, el anorak (aunque los alemanes vayan sin nada, solo con una camiseta de manga larga. Por qué.), las botas y un paquete de kleenex. No olvidemos los kleenex.

Aunque no lo parezca, ésta iba a ser una entrada en la que quería hablaros de que la paciencia es mano de santo, y si tus niñas/niños se te ponen rebeldes, intenta hablar con ellos. Que se pongan a jugar con otra cosa, o cuéntales una historia, o explícales lo que quieres hacer de manera muy detallada y con mucho énfasis, como si fuera una ceremonia o un ritual, que eso les gusta mucho. Si tú estás contenta y emocionada y no dejas que te afecte su estado de ánimo, al final se lo contagiarás. No te inmutes, no le des importancia a cosas que no la tienen, y aprende a distinguir cuándo un niño quiere llamar la atención y cuándo, realmente, te necesita. Porque sí, a veces lo único que quieren es que les cojas en brazos y los mimes un poco, como a todo el mundo.

Mañana es fiesta aquí en Alemania, así que a disfrutar. Yo tengo una barbacoa con gente que apenas conozco. ¡Ala, a salir de mi zona de confort!

10 comentarios:

  1. Ay, madre, si es que las excursiones al parque parecen una verdadera odisea. Eso sí, de la forma tan salá' que lo cuentas, que sepas que me has sacado más de una sonrisa.
    Es cierto que los niños tienen a veces muchas manías un tanto peculiares y raras. A mi niña pequeña también le daba rabia que quisiera ayudarle con algunas cosas. "¡Lo hago sola!", solía gritarme enfurecida. Claro, no te queda otra que dejarla estar para que no monte el cirio.

    ¡Pásatelo genial en esa barbacoa! :) Muchos besos.

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    1. Me río por no llorar a veces, es la mejor cura xD.
      Sí, a mí también me hacen eso, lo de decirme 'ALLEINEEEEEE', y es como NOOO que tardaremos 3 horas y para cuando te hayas calzado tú solita estará lloviendo OTRA VEZ. En fin, dramas.

      Al final no fui a la barbacoa, sino que me tomé el finde de relax. Mi vena antisocial asoma en momentos inesperados haha. Muaks!

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  2. Ay, Rus, me encantan tus entradas. O sea, entiéndeme, sufro mucho por ti (que mi empatía un día acabará conmigo) pero por otro lado... es dejar volar la imaginación y verte en el parque con una niña de 4 años que no sabe controlar su chorro de orina xD
    Yo reitero que me moriría y si en algún momento pensé que ser au pair era una "opción" ya no lo hago.
    En cualquier caso, es un poco como si estuvieras aprendiendo a ser mami de forma anticipada, seguro que te será útil en el futuro =P
    Sé que escribir este tipo de cosas suele ser un coñazo porque primero pensabas que tenías muchas ganas de compartirlo pero una vez empiezas te das cuenta de que no puedes parar de escribir si lo quieres contar todo bien y #perezamáxima
    Pero a mí me encanta leerte así que espero que mantengas el ritmo del blog! >_<

    Ánimo y felicidades por ese primer mes, te vamos a tener que regalar una copa o una medalla o algo.

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    1. Sí, sí, todo el mundo sufre mucho por mí pero me encanta lo mucho que os reís (de mí).
      No, mujer, en el fondo no está tan mal. Es una experiencia personal muy grande, la verdad. Aprendes a espabilarte por narices, eso sí.
      Lo del ritmo del blog lo he llevado mal esta última semana xD, pero bueno, ahora me pongo a ello :) O, al menos, la empiezo y este finde publico algo.

      A mí que me regalen una mañana en la que no me despierten los gritos/llantos de las niñas a las 6 o 7 de la mañana. Sólo pido eso ;_;

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  3. Cada vez que te leo, me veo a mí misma. Eso sí, sin niñas meonas ni pañales, esa etapa ya la superaron hace algún tiempo por aquí.
    Qué sería de nosotras sin las negociaciones y la imaginación. Las cosas que cuentas no las he vivido, pero sí historias parecidas. En mi caso, desde hace unos días, para que el trayecto casa-Kindergarten no sea taaan interminable (un camino de 10 minutos se convierte en una tortura de casi 40 -.-) voy contándoles a mis niños trocitos de Harry Potter Eso sí, versión light, sin padres asesinados o magos peligrosos, que solo tienen 6 añitos xD. ¡Y funciona! No se entretienen con cualquier florecilla ni se pelean porque uno es más rápido que el otro.
    Me ha sorprendido leer lo del mes interminable. Como bien has dicho, yo siempre he leído que el tiempo se acaba volando y que pasa casi sin que te des cuenta. Para mí este primer mes me parece media vida y cuando pienso que me quedan muchos muchos más por delante... De verdad, espero encontrar algo que haga que el tiempo se me haga más corto porque si no, cuando vuelva a España va a parecer que han pasado 4 año y no uno (con canas y arrugas incluidas xDDD).
    En fin, mucha muuuucha paciencia y que Dios reparta kleenex para todas :D
    Un beso, florecilla! :)

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    1. Yo Harry Potter no, pero les he leído todos los cuentos que tienen en el comedor varias veces ya. Si me duele la garganta ya sé por qué es, desde luego. Y es eso, mis niñas a esta edad tienen unos cambios de humor... a veces se adoran y otras veces se pegan y se empujan y se tratan fatal, como si fueran trapos. ¿Dónde está el amor fraternal? ¿DÓNDE?
      Verdad que sí...tenemos que animarnos y ocupar nuestro tiempo libre con actividades no au pairiles, porque otherwise acabaremos locas y con canas, sí.
      Besos guapetona!

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  4. Paciencia... Y compra unos cuantos paquetes de toallitas "Saubär" en el dm, de las perfumadas (que son paquetes pequeños). Son mano de santo para limpiar a los niños y después les hacen tener las manos ocupadas mientras las huelen.

    Por otro lado, eso de que el primer mes se pasa volando es MENTIRA. Al contrario, el primer mes es el peor, el más horrible, el más lento, más triste y más aburrido. Los que se pasan volando son los últimos, que no sabes que has echo pero el tiempo se te escapa.

    Ánimos!

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    1. Las estuve buscando el otro día y no las encontré ;_; WARUMMM. Quizá no busqué bien, o es que el dm de mi ciudad es too klein, que también puede ser.
      Fue lo peor, sí. A ver si a partir de ahora el tiempo empieza a ir más deprisa :)
      Gracias por pasarte cielo!

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  5. grannnnnn blog, identificación ! Me resulta hasta estresante solo con leerlo... Paciencia na mas!

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    1. gracias! Estresante lo es un rato, pero bueno, se hace lo que se puede XD de todo se aprende, eso está claro!
      (y sí, paciencia...no sé qué haría sin mi tiempo libre y de desconexión total, porque sino sí que se me acabaría rápido)

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